Cuando las formas dañan los buenos principios

                                                Policia

                                                Una imagen extraída por un vídeo colgado en la
                                                           página de la Plataforma ¡En Pié!

Más de 16.000 seguidores en la página Facebook “Ocupa el congreso”, con varios enlaces del blog “Plataforma ¡En Pié!” donde se comunican no solo el horario y los puntos de encuentro de la convocatoria, sino las estrategias, las tácticas, el protocolo en caso de detención, y las cosas útiles – entre ellas máscaras antigás y antiácidos – que se deberían llevar a la manifestación.Una convocatoria de duración indefinida (como se afirma en la página Web, “hasta la consecución de los objetivos”) la del próximo jueves 25 de abril, que está levantando muchas criticas y distanciamientos por parte de otros movimientos – comenzando por la plataforma madrileña 15-M “Acampada Sol”, que no comparten la metodología, y la forma de convocar y presentar la protesta.

Parece una llamada a las armas, una ideologización de la violencia – afirman varios representantes de los movimientos que se están progresivamente alejando de la plataforma “En Pié”. Los objetivos resultan ser muy pretenciosos: “La caída del régimen (dimisión del gobierno, disolución de las Cortes y de la Jefatura del Estado), y la apertura de un proceso de transición hacia un nuevo modelo de organización política, económica y social, verdaderamente justo y solidario”.

cropped-asedia-el-congreso-cartel-horizontal1

Parece una broma nacida como tantas en las redes sociales, pero que puede llevar a consecuencias preocupantes y peligrosas para los participantes. Probablemente habrá  muchos adolescentes que se agregarán a la manifestación, y muchos de ellos, posiblemente fascinados por este proclama para la liberación del país por medio de una acción de estilo revolucionario, finalmente se encontrarán enjaulados en una masa de manifestantes y policías sin saber cómo huir y cómo evitar las peores consecuencias.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha contestado a unas preguntas de los periodistas en referencia a la manifestación del 25-A y ha apelado al sentido común de los manifestantes, dejando claro que la policía no tolerará un asedio al Congreso, y tendrá el objetivo de defender, aunque sea con la fuerza, la inviolabilidad del Parlamento, así como está establecido por la constitución española. Por su parte, la Comisión Legal de Acampada Sol, que en el caso de detenciones en este tipo de protestas, normalmente asesora de forma jurídica a los detenidos, ya ha anunciado que el día 25 no dejará asesorar a sus abogados.

Se espera que no vaya a ocurrir nada, que se trate de un día de legítima protesta en un momento trágico para el pueblo español, afectado tanto o más que otros países europeos por una crisis que no  parece dejar un instante de respiro.  La manifestaciones son legítimas y el gobierno debe reflexionar sobre este malestar que a largo plazo puede llevar a formas de protesta mucho más complejas y de consecuencias poco controlables. Pero debemos tener también mucho cuidado de los métodos con los que se organiza y convoca una protesta. No tomar las distancias de los movimientos que se presentan y actúan de una forma poco razonable, especialmente en este momento, puede dañar y desacreditar a todos aquellos movimientos que, inteligentemente y pacíficamente, están luchando hace tiempo para mejorar un sistema que está fracasando y no quiere admitirlo. El 25 de abril descubriremos la verdadera consistencia de este nuevo movimiento, esperando que este día no se recuerde por haber sido un día más de inútil violencia.