El Atlético gana sin esfuerzo en una Liga que cambia su fisonomía

de Piertoni Russo

El Atlético vuelve a ser el equipazo que conocíamos. Después de la ya insólita doble derrota contra Valencia en la Liga y Coimbra en Europa League (del Atlético “B”, con solo cuatro jugadores que jugaron titulares en Valencia), llega finalmente la victoria en el derbi madrileño (uno de los tantos de esta temporada) contra el Getafe. Delante de unos 45.000 espectadores, entre lo que se encontraban unos cuatro mil colombianos que animan durante todo el partido a su ídolo Falcao, los rojiblancos celebraron en el Calderón la confirmación de la segunda plaza en la clasificación de la Liga, quedando a tres puntos del líder Barcelona (2-4 en casa del Mallorca) y con cinco puntos de ventaja sobre el Real Madrid que ganó 1-2 contra el Levante. Sin embargo, las contemporáneas derrotas del Betis (1-2 contra el Granada), Málaga (1-2 contra el Real Sociedad) y Levante, favorecen que los tres primeros equipos de la Liga aumenten la ventaja sobre los adversarios directos.
El partido del Calderón se solucionó a favor del Atlético ya en la primera parte. Después de unos primeros veinte minutos de estudio del equipo rival – dentro de los cuales tenemos que recordar solo una buena ocasión de Raúl Garcia (pase de Falcao, hoy en día gris) con un cabezazo que se marcha por poco, y unas incursiones con toques valiosos de Adrián y Raúl Garcia en la banda derecha – llega el gol de Adrían (23’) que antes falla el remate de cabeza para después remachar a la segunda, aprovechando de imperfecta oposición de Moyá que no consigue bloquear el balón a la primera. La reacción del Getafe fue muy floja y pasó solo por un remate de Álvaro Vázquez que acabó alto. El Atlético no jugó un fútbol espectacular pero sí efectivo y logró matar el partido con el gol de Arda Turan, que delante de Moyá amaga con darle el balón a Falcao librándose así del portero para marcar a puerta vacía (42’). El partido acabó prácticamente al final de la primera parte. En la segunda parte el Atlético se limitó a controlar el resultado y el Getafe no consiguió preocupar seriamente a los rojiblancos que guardan las energías para el siguiente partido en casa del Granada.
En la rueda de prensa después del partido, el entrenador del Getafe, Luis Garcia Plaza, admitió la completa inferioridad de su equipo contra los adversarios. Por el lado del Atlético, el entrenador Simeone reveló su felicidad por la vuelta a la victoria después de dos derrotas consecutivas y, cosa más importante, por los puntos ganados sobre el resto de los equipos.

Después de once jornadas de Liga es el momento de hacer un breve comentario sobre lo que ha ocurrido durante este primer tercio (o casi) de campeonato y analizar lo que ha caracterizado estas jornadas.
Esta es la Liga más pobre de los últimos años. Es la Liga de la crisis económica y de los gastos reducidos. Los equipos han reducido un 60% el gasto en fichajes respecto al año pasado (se ha invertido mucho menos que en las ligas de Alemania, Francia, Inglaterra y Italia) y, salvo Real Madrid (Modric) y Barcelona (Song y Jordi Alba), ningún equipo ha pagado más de 10 millones de euros por un jugador. El ejemplo más evidente es el del Atlético de Madrid, que pasó de los 67 millones invertidos en fichajes del año pasado (40 millones Falcao, 12 Arda, 7 Sílvio, 5 Ruben Micael y 3 Gabi – inversión de lo que se ganó por las cesiones de de Kun, De Gea y Ujfalusi) a fichar cuatro jugadores (‘Cebolla’ Rodríguez, Cata Díaz, Emre Belozoglu y Cisma) por un gasto total de un millón de euros. Además se tomó la decisión de no rescatar a Diego Ribas del Wolfsburg, aunque el jugador hubiera firmado una campaña notable, contribuyendo en la conquista, por parte de los rojiblancos, de la Europa League. Evidentemente el sustancioso coste del salario anual del jugador contribuyó en la decisión final de no rescatarlo. El Atlético confía así en una plantilla recién renovada, sin ver la necesidad de invertir dinero ulterior en un mercado que este año no ha sido caracterizado por fichajes sensacionales.
La crisis avanza y la Liga necesita limitar los gastos. Y sí también el Málaga – el equipo que el año pasado se encontró de repente navegando en el oro, tras la adquisición del club por medio de Abdullah Al-Thani, el jeque procedente de Catar – este verano pasó a estar en venta repentinamente y tuvo una reestructuración interna para garantizar la autosuficiencia de la entidad, parece evidente la necesidad de los equipos de cambiar la estrategia financiera.
Este cambio radical puede ayudar a nivelar las diferencias presentes entre los varios equipos de la Liga y, a largo plazo, puede hacer que esta competición no esté al alcance exclusivo del Barcelona y del Real.
Además, este año el Atlético ha planificado la inversión de casi 200 millones de euros en la construcción de un nuevo estadio y de un área deportiva de propiedad de la sociedad, dinero recabado por la venta del área urbanística del ámbito Mahou-Calderón a la empresa FCC. Es este un proyecto que da un empuje muy grande para una ulterior crecida de visibilidad del Atlético de Madrid, en una ciudad como la capital ibérica que está todavía “sometida” al dominio económico del Real Madrid de Florentino Pérez.
Esta temporada puede ser que asistiremos a la primera demostración de “ineficacia” de una plantilla de grandes nombres (y grandes salarios), que no consiguen alcanzar los objetivos mínimos establecidos. Si el objetivo mínimo del Real y del Barcelona es ganar la Liga o quedarse segundo, y llegar lo más lejos posible en una Champions League que este año es todavía más insidiosa para los equipos españoles, no todo lo que resultaba obvio el año pasado parece así claro esta temporada. El Real colecciona óptimos partidos alternados a derrotas frecuentes; el Barcelona sigue ganando pero parece faltar algo en la mentalidad del equipo, si se compara a las últimas temporadas bajo la conducción de Pep Guardiola.
Es todavía temprano para encontrar un nuevo equipo patrón de la Liga. Barca y Real muy probablemente seguirán ganando también este año, pero una buena plantilla, con un vestuario bien sólido y con un buen entrenador, que sepa motivar sus jugadores, puede mucho más de lo que se puede prever bajo estadísticas, previsiones de inicio de año y tablas de fichajes y de mercado.