El auge del nuevo yihadismo

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de ALEJANDRO GARCÍA ARCE.

Han pasado ya 11 años desde los trágicos atentados perpetrados en Madrid el 11 de marzo de 2004.

Después de más de una década, el miedo a las células radicales islamistas parece que vuelve a instaurarse en las sociedades occidentales, mientras, en África y Oriente próximo es, desde hace tiempo, una realidad palpable.

Los fantasmas de los atentados que dejaron 192 muertos y casi dos mil heridos vuelven a sobrevolar España después de que la madrugada del martes en Ceuta, la policía detuviera a dos presuntos yihadistas que estaban listos y adiestrados para atentar en cualquier momento.

Los arrestos tuvieron lugar en el barrio ceutí de “El príncipe” famoso ya por ser un nido para la captación y formación de jóvenes terroristas islámicos.

Los dos detenidos son de origen marroquí pero con nacionalidad española y es que el perfil de estos “activistas” está cambiando, incluso el modo de reclutar a nuevos adeptos, según explica el propio Ministerio del Interior, no es el habitual. Se valen de fuertes campañas a través de redes sociales e internet, como si de una campaña captación de abonados a cualquier club de fútbol se tratara, a la que muchos jóvenes de futuro incierto sucumben.

La labor, por lo tanto, de los departamentos de la policía encargados de delitos cibernéticos se hace vital para poder rastrear a los creadores de estos nuevos métodos 2.0 de yihadismo.

Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, resaltó que los perfiles de estos dos detenidos, así como los del pasado 24 de Enero, guardan un claro parecido con los de los autores de la matanza de Charlie Hebdo, con un alto potencial de peligrosidad y una actitud muy radical.

La situación de las ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, es preocupante y es que, el 70% de los yihadistas detenidos en España son nacionalizados españoles y residentes en estas dos ciudades, lo que hace que la mayor parte de la actuación policial en contra del terrorismo se focalice ahora mismo en estas dos urbes.

Se está llevando a cabo un programa de prevención del radicalismo para jóvenes, orientado en gran medida al mundo online, dónde cada vez se reclutan más jóvenes. La facilidad para contactar, la inmediatez y la dificultad en el rastreo son los principales argumentos que sirven a las células islamistas para utilizar este tipo de herramientas, poco convencionales, para “convencer” a futuros terroristas de que se sumen a sus filas.

El problema geopolítico que se le presenta a España en particular y al resto de países de occidente en general es importante ya que, este crecimiento del Estado Islámico parece tener respaldo en numerosos países que sirven de altavoz para propagar estas ideas radicales.

Recientemente, sin ir más lejos, Boko Haram, el grupo terrorista islámico que opera en Nigeria, a través de su líder, Abubakr Shekau, confirmó su adhesión al Estado Islámico, juró lealtad a su califa y difundió el video en redes sociales, con el objetivo de animar a todos los musulmanes a demostrar también su lealtad, tal y cómo expresó él mismo.

Si bien aún no se conoce la respuesta formal del Estado Islámico, el anuncio se ha producido poco después de que Boko Haram asesinara a más de 50 personas en tres atentados perpetrados en dos mercados y una estación de autobuses, en lo que parece una “ofrenda” realizada en pos de conseguir una respuesta positiva a su unión con el Estado Islámico.