de Piertoni Russo.
Una Liga ganada en la víspera sin tener que jugar, y una victoria en el Calderón llevada para casa prácticamente de la misma manera. Los únicos adversarios de este año han sido para el Barça las dificultades internas, entre ellas, la de una plantilla que se encontró durante un tiempo huérfana de su entrenador, Tito Vilanova, empeñado en un partido mucho más importante, una grave enfermedad. Cuatro campeonatos ganados en los últimos cinco años. El Barcelona, aunque no resulte ser el equipo estelar de los últimos años, ha demostrado tener todavía una de las mejores plantillas del mundo, capaz de dominar una Liga que nunca se le ha escapado de las manos. El propio Atlético de Madrid, en la primera parte de la temporada, consiguió tener el paso de los azulgranas, aguantando hasta la jornada número 14, cuando las simultaneas victorias del Barcelona contra el Athletic y la derrota de los rojiblancos en el derbi del Santiago Bernabeu, permitieron a los catalanes escaparse antes al Atlético y, posteriormente al Real Madrid, que a partir de la jornada 27 logró posicionarse en la segunda y definitiva posición de la clasificación de la Liga.
Tito Vilanova, en la rueda de prensa de ayer, manifestó que el Barça ha sido el mejor equipo de la Liga, y “con diferencia”. Aunque haya admitido que fue fundamental empezar a lo grande la temporada, logrando un buen margen de ventaja a los adversarios, que ha resultado ser oro puro, cuando en la última parte de la temporada su equipo ha empezado a vacilar y a perder la concentración y el buen juego de siempre, metiendo en peligro todo lo bueno visto en el comienzo de esta temporada. Sin embargo – concluye Vilanova – aunque pese la derrota en la semifinal de Champions, esta ha sido una temporada muy positiva, como es normal que sea si se logra ganar una Liga.
El partido de ayer resultó ser un entrenamiento para ambos equipos. El Barça venía de una noche de celebraciones, habiendo ya ganado la Liga tras el empate del Real Madrid contra el Español en la noche del sábado; el Atlético estaba ya con la cabeza en el partido del próximo viernes de la final de Copa del Rey, contra los rivales de siempre del Real. Sin embargo al Atlético le hubiera hecho ilusión ganar contra los campeones de Liga, y lo intentó jugando una muy buena primera parte del partido. El Atlético estuvo bien colocado y tuvo un mayor control del juego. La defensa consiguió frenar la avanzada de los delanteros azulgranas, y el Atlético fue el único equipo que se acercó con peligro a la portería, antes con Falcao (7’) y sucesivamente con Godín (19’) que cabeceó alto. En el minuto 30’ un buen pase de Adrían en el área sin que pudiera rematarlo Falcao, y en la repartida Godín que salvó en extremis con Tello que se había quedado mano a mano con Courtois.
La primera parte fue de buen auspicio para el Atlético que, jugando así, hubiera podido lograr un resultado positivo, tanto en este partido, como en la próxima final de copa. Messi no consiguió aterrorizar a los adversarios, y Vilanova entendió que tenía que cambiar algo en el juego de su equipo. Empezó la segunda parte y el Atlético se adelantó con Falcao (50’) que solo delante de Pinto marcó por la derecha por abajo. El Barça no reaccionó y siguió sufriendo el juego de los rojiblancos. Simeone retuvo oportuno guardar energías para la final de copa y sacó a Ardua Turan y a Falcao, que salieron del campo entre las ovaciones de los aficionados de casa. Por su parte. Vilanova, que ya había sacado a Dani Alves del campo, se juegó sus últimos cambios. Entraron Villa y Busquets, pero de repente se lesionó Messi que abandonó el campo, dejando su equipo en diez.
Cuando todo parecía una formalidad, un disparo de Alexis que pasó junto al palo de Courtois, y un toque alucinante de Gabi que la metió en su propia puerta, regalaron al Barça una victoria tanto inmerecida como inesperada. El Barcelona así celebró su Liga número 22.
Para terminar, no se puede dejar de elogiar nuevamente la afición del Atlético, que al final del partido reclamó a sus jugadores en el frente para aclamarlos y motivarlos para la final contra el Real. Como justamente dijo Tiago al final de partido, el acceso a la Champions es muy importante porque llega después de muchos años, y va seguramente a ayudar con el presupuesto económico del equipo. Sin embargo, ganar la Copa del Rey es lo que podría dar al Atlético una temporada inolvidable.