Felipe VI revoca el título de duquesa de su hermana Cristina

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de ALEJANDRO GARCÍA ARCE.

El Rey ha revocado el título de duquesa de Palma de su hermana, la infanta Cristina de Borbón, en lo que parece una clara consecuencia a su imputación en el caso Nóos. Las reacciones no se han hecho esperar.

Ayer mismo, Miquel Roca, abogado defensor de la hermana del Rey, declaró que fue ella quien renunció al título nobiliario y abrió una brecha en la Casa Real ante la opinión pública.
En todo caso, esta polémica decisión parece la antesala de una futura renuncia a los derechos dinásticos de la infanta, lo que la apartaría a todos los efectos de la Casa Real, una determinación que sólo está en sus manos.

Pese a todas las polémicas que han rodeado, durante los últimos años, a la familia real española, nunca se habían visto tan expuestos los roces entre sus miembros. Parece que la participación de la infanta en temas de dudosa ética y legalidad, junto con su marido, Iñaki Urdangarin, y el daño que estos asuntos han hecho a la imagen de la Casa Real, han sido el detonante de estas desavenencias, ahora más públicas que nunca.

Desde la coronación de Felipe VI, hace casi un año, parece que la intención de recuperar la buena imagen y el apoyo del pueblo es evidente, prueba de ello esta difícil decisión de retirar a su hermana los privilegios del ducado.

Los cruces de declaraciones no se han hecho esperar, ayer mismo desde la Casa Real se desmintieron las palabras del abogado del a Infanta, confirmando que la carta de renuncia llegó por correo electrónico después de que el Rey y el propio presidente del gobierno firmaran el decreto en el que se hacía efectiva la retirada del título.

Miquel Roca Junyent ha aprovechado para resaltar que la renuncia en ningún caso afectará al juicio por el caso Nóos ya que la “Administración de Justicia no opera en función de títulos”, pese a que la propia Infanta le consultara, según sus propias palabras, antes de tomar la decisión por si esta decisión pudiera perjudicarla en el proceso.

El caso se encuentra en un momento de espera, entre la fase de instrucción, que ha terminado recientemente y a la espera del comienzo del juicio, que aún no tiene fecha de celebración.
El último movimiento que ha llevado a cabo la defensa ha sido la petición de rebaja de la fianza impuesta por el juez, de 2,7 millones de euros, a 449.500 euros, que fue rechazada por el magistrado del caso y que aún no ha sido pagada.

El 50 cumpleaños de Cristina, que se celebra hoy mismo, se antoja amargo después de lo acontecido, pese a ello, ha recibido numerosas visitas en Ginebra, ciudad donde reside desde hace algún tiempo. Hasta allí se han desplazado, entre otros, la Reina Sofía, en lo que parece también una oportunidad de brindar apoyo a su hija en este momento tan delicado.

Lo que nos queda por ver es si la Infanta decide o no, finalmente, renunciar a sus derechos dinásticos y romper, de manera definitiva, su unión y privilegios con la Casa Real para afrontar como un ciudadano de a pie el juicio en el que está imputada.