Un concierto excelente en una Arena Flegrea medio vacía. Esta fue la gran contradicción de la noche napolitana que vio protagonista a Rufus Wainwright el pasado 28 de junio. El cantautor de Nueva York, crecido en Monreal, presentó su proyecto “Intimate Judy”, dejando espacio también a antiguas canciones de su repertorio como “A foggy day”, “Stormy Weather” y “Over the rainbow”.

Rufus empezó el concierto animando a los que acudieron al evento a visitar Montauk, la localidad americana donde ha criado a su hija Viva, que tuvo de Lorca Cohen, hija de Leonard Cohen, y gracias a ella pudo tener esta niña para luego poderla disfrutar junto a su pareja, el alemán Jörn Weisbrodt.

Muy eufórico y sociable, antes de empezar a tocar las canciones de su último trabajo sobre los sonetos de Shakespeare, el cantautor americano intercambió unas palabras con el público, luego decidió tocar y dedicar “Le feux d’artifice t’appellent” a las victimas del atentado de Niza, en Francia. Posteriormente, Rufus siguió con su repertorio y, en tres ocasiones, dejó de tocar el piano y en su lugar se sentó a tocar Michelangelo Carbonara, mientras él se puso de pié para poder tocar la guitarra y disfrutar de la euforia de sus pocos seguidores italianos.

Después de Carbonara, fue el turno de Emma Marrone, la artista invitada a este concierto, que acompaño al artista americano en la ejecución de canciones como “Allelujah” de Leonard Cohen y “From where you are”. El dueto gustó mucho a los asistentes que disfrutaron el evento y las calidades artísticas de Wainwright, que en el pasado ha colaborado con artistas como Elton John, David Byrne, Boy George, Pete Shop Boys, Sting y el mismo Leonard Cohen.

El artista publicó su primer trabajo en 1998 y estos casi 20 años de carrera artística han sido caracterizados por un gran crecimiento musical y por un siempre mayor éxito. Según Elton John, Rufus es “el más grande compositor del planeta”.

Actualmente está trabajando en su último trabajo “Adriano”, que debería estar listo para 2018.

En Italia, Rufus Wainwright empezó a ser conocido por un público más amplio en 2014, cuando fue invitado al Festival de Sanremo y tocó su exitosa “Cigarettes and chocolate milk”, que la noche pasada fue una de las canciones que el cantautor tocó para cerrar el concierto.