El calvario del Atlético de Madrid seguirá por lo menos hasta el próximo 17 de mayo, día de la final de la Copa del Rey. Otra derrota en el derbi del Vicente Calderón, que alarga a 14 años la larga serie de escarmientos de los rojiblancos delante del Real Madrid. El mejor once de la plantilla de casa se enfrentaba a un Real ya con la cabeza en el partido de vuelta de la Liga de los Campeones del próximo 30 de abril contra el Borussia Dortmund, y por eso dejó descansar a varios titulares, entre ellos Cristiano y Özil, y confió en los suplentes para salir ganador y fortalecer la segunda posición de la clasificación de la Liga, además recuperando dos puntos al Barcelona, que empató en el partido de Bilbao contra el Athletic.
El Atlético empezó fuerte la primera parte adelantándose con un cabezazo de Falcao, en el minuto 4’, pero el Real empató en seguida, con un autogol de Juafran (13’). El partido poco a poco fue perdiendo ritmo, y un juego caótico, pobre y tedioso afectó al espectáculo. Las ocho tarjetas amarillas sacadas por el árbitro Pérez Lasa son la demostración de un juego duro, de cuerpo a cuerpo, donde el Atlético estuvo “más cerca de ganar”- dijo Simeone en la rueda de prensa – , “pero no le alcanzó desde el resultado”. El Real tuvo muy pocas ocasiones pero fue más contundente y, finalmente, Di Maria (63’) con un gran desmarque y tiro cruzado sentenció el 1-2 final.
Cuando quedan cinco jornadas al fin de esta Liga parece claro que las primeras tres plazas de la Liga seguirían con el mismo orden que el actual. Barcelona, Real y Atlético solo deben pensar en los partidos importantes que quedan en esta temporada: las vueltas de las semifinales de Champions League y la final de la Copa del Rey. El Atlético está demostrando poder jugar bien y marcar a cualquier equipo, especialmente si con Falcao bien inspirado. El problema fundamental será lograr ganar al Real, un equipo mucho más fuerte y experto, guiado por un entrenador, José Mourinho que demostró una vez más tener tomada la medida a los rojiblancos. Para poder ganar la final del Santiago Bernabeu sería seguramente de ayuda al Atlético, poder enfrentarse a un equipo que consiga volcar el resultado de la ida contra el Borussia Dortmund y acceder a la final de la Champions League que se disputará el próximo 25 de mayo. El Real, como pasó en el partido de ayer, tendría que ahorrar energías y dejar nuevamente fuera sus jugadores mejores. Una nueva y esperada oportunidad que esta vez el Atlético tendrá definitivamente que aprovechar. Catorce años son muchos y un triunfo en este fin de temporada sería de buen auspicio para el comienzo de unas nuevas y apasionantes aventuras entre la Liga y la máxima competición europea.