Needles and Opium – El arte del teatro dentro de un cubo

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de PIERTONI RUSSO.

Un cubo suspendido en al aire, el escenario asombrador donde se desarrolla Needles and Opium (Agujas y Opio), maravillosa obra de Robert Lepage, que da la sensación de estar viendo una película en lugar de estar sentados en una butaca de los Teatros de Canal en Madrid.

Tres personajes: Robert, Miles Davis y Jean Cocteau, unidos por un elemento en común, que les perjudica durante el curso de sus vidas: la dependencia. Una adicción distinta en cada uno de ellos, pero de la misma gravedad y de una intensidad inaguantable. La dependencia amorosa y emocional de Robert, la heroína de Davis y el opio de Cocteau.

Marc Labréche actúa en los papeles de Robert y Cocteau. Robert, exasperado por el final de la relación con su pareja, viaja a París para trabajar como actor de doblaje en un documental sobre la vida de Juliette Gréco, la mujer que volvió loco a Miles Davis, enamorado perdido de la cantante y actriz francesa. Las penas de amor de Robert se enlazan con los sufrimientos de Miles Davis y con su dependencia de la heroína. Hasta sus creaciones artísticas resultan complicadas bajo los efectos del “mal de amor”. A ellos se junta la presencia y los versos de Cocteau, que no supo resistirse en su vida a la tentación y a los seductores efectos del opio.

Labréche está acompañando en el escenario por Wellesley Robertson, acróbata y músico que sin abrir boca trasmite al público todas las penas y las angustias de Davis.

laturca-Needles_Opium_El cubo, en un constante movimiento, deja a los personaje en un equilibrio precario, mientras en las paredes se van dibujando las múltiples escenografías por medio de proyecciones. La habitación de un modesto hotel de París, donde solían alojarse los existencialistas, el estudio de grabación donde trabaja Robert, las calles de New York y París, los clubes donde tocaba Miles Davis y la casa de empeño donde llegó a vender su trompeta.

La obra es hermosa, y la tecnología empleada en la producción de la misma, hace que esta revisión de la obra original, creada por Lepage en 1991, sea originalísima y llena de encanto.

Poco pueden los personajes contra la fuerza de la dependencia. El hombre intenta curarse y recuperarse de sus enfermedades, pero hay algunas que no tienen remedio. El desamor es una de ellas y “uno no deja de amar como deja de fumar, es mucho más difícil”. El hombre puede avanzar en el descubrimiento de nuevas tecnologías y puede revolucionar el mundo, pero nunca llegará a dominar sus sentimientos.